El tejido graso de ratones obesos apenas tiene células T, frente a un animal sano
Cada vez está más claro que la obesidad, además de ser un trastorno metabólico, está acompañada por una inflamación crónica de los tejidos grasos, que acaba desencadenando la resistencia de las células a la insulina y la aparición de diabetes tipo 2. La cascada de señales celulares que se produce en la grasa y que escapan al control del sistema defensivo del organismo es uno de los nuevos campos de investigación en este terreno y cuatro estudios independientes en la revista 'Nature Medicine' demuestran que la inmunología podría estar más relacionada con la diabetes de lo que se creía hasta ahora.
Los cuatro estudios (uno de ellos con participación española), llevados a cabo con ratones, abren la puerta a la posibilidad de tratar la enfermedad metabólica con tratamientos dirigidos a actuar sobre las células defensivas del organismo. Sin embargo, los investigadores son aún cautos sobre la posible aplicación de sus resultados en humanos.
De hecho, aunque hasta ahora la inmunoterapia ha sido crucial en el terreno de la diabetes tipo 1 (que supone el 10% de los casos y es, al fin y al cabo, una enfermedad autoinmune), éste es un terreno prácticamente en pañales en el caso de la diabetes vinculada a la obesidad, como reconoce desde el Hospital Vall d'Hebron el doctor Rafael Simó.
"Si hasta ahora se pensaba que la diabetes tipo 2 era un trastorno estrictamente metabólico, estos trabajos demuestran la participación del sistema inmune", señala por su parte a elmundo.es Laura Herrero, bióloga de la Universidad de Barcelona y firmante en una de las investigaciones, dirigida por los catedráticos de la Universidad de Harvard Diane Mathis y Steven E. Shoelson. Leer articulo completo
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